Dupla
Cuando Dupla fue diseñada, en su ADN apareció todo el peso de la tradición, el de los tipos sanserif más antiguos, los primeros, aquellos tipos denominados «Grotesk», grotescos, que por su extrañeza formal tanto sorprendieron a los ojos alemanes a finales del siglo XIX. Pero el esqueleto y el ADN son la parte invisible, apenas perceptible, de la naturaleza de los objetos. A nosotros nos interesa la epidermis, lo más externo, lo visible, aquello que nos habla directamente a los ojos, y Dupla nos dice que es un tipo contundente, formalmente tradicional pero revestido de una dulzura casi infantil, con unas curvas leves, epidérmicas, dulce hasta en las trampas de tinta.
Si el esqueleto de la letra, tal como decía Frutiger, es una cerradura donde ha de encajar la llave de la forma básica, mínima del alfabeto latino, también podemos decir que todos aquellos que usamos el alfabeto latino la tenemos grabada a fuego. Ese esqueleto permite que muchas pieles le recubran, le cambien y le adapten a usos muy específicos. Y hay que reconocer que la piel de Dupla nos lleva al camino de lo generoso, lo amigable; esa dulzura de los gordos bonachones. No se sienten muy cómodos en los asientos de los autobuses ni en los de los viajes en avión low-cost, pero si se les da el lugar y el suficiente espacio, llenarán con su amabilidad la atmósfera.
No pidan columnas estrechas, ni escuetos píes de ilustración en cuerpos míseros; no pidan ridícula «letra pequeña» en oscuros contratos donde la parte contratante de la segunda parte… Ahí no verán a Dupla. Amplios titulares, contundentes, columnas de generosa anchura que cubrir, arracadas groseras en los corondeles, exhultantes, con grandes exclamaciones, con grandes cuerpos, con negros pesos. Es en lo insultantemente generoso, casi obsceno, donde Dupla se deja querer, se deja sentir.
Y si esto es un banquete obsceno, pantagruélico, tipográfico, Dupla trae consigo todo lo necesario para que cantidad no signifique menos calidad. Soporte multi-idioma, 219 nada más y nada menos, el Underware Latin plus, juegos completos de versalitas, fracciones, numerales antiguos, modernos, tabulares, ligaduras y toda la parafernalia «gourmet» a las que el maestre Patau nos ha acostumbrado después de tantos años de trabajo.
Si quieren ser obscenos y pasar la censura, usen Dupla. El hedonismo es un pecado venial.